La ciencia que estudia los parásitos es la
parasitología, así como la interacción biológica entre dos especies, parásito y hospedador, se denomina
parasitismo. Dado que la mayoría de los
microorganismos que producen
infecciones son estudiados por la
microbiología, la parasitología se encarga de estudiar exclusivamente a los parásitos
eucariotas excepto los
hongos. Es decir, tanto los eucariotas
unicelulares del
parafilético grupo
Protista, como los
pluricelulares (
metazoos) que incluyen a
platelmintos,
nematodos,
artrópodos, etc.
En ocasiones, es difícil diferenciar el fenómeno del
parasitismo del
comensalismo, la
simbiosis, la
foresis, o la
depredación, ya que las distinciones entre estos varían de un autor a otro.
Una de las características comunes del parasitismo es que conlleva un intercambio de sustancias, que provocan en el hospedador una respuesta inmunológica. De esta manera, el parásito debe vencer la acción del
sistema inmune del hospedador para tener éxito. Así, las interacciones
antígeno-
anticuerpo son más complicadas cuanto mayor sea la complejidad de los antígenos. Las
células eucariotas poseen una gran cantidad de antígenos si las comparamos con las de
bacterias o las de los
virus.
Un recurso de
inmunoevasión para el parásito es el de formar antígenos que se parezcan a los del huésped (
mimetismo). Otro, es el de adherir antígenos del hospedador a la superficie externa del cuerpo del parásito (enmascaramiento antigénico); Otro, es el recurso de ir variando constantemente y rápidamente sus proteínas de superficie (antígenos) de forma que los anticuerpos producidos por el huésped no lo puedan reconocer; el resultado es que el hospedador invadido no reconoce al parásito como invasor o la respuesta que éste produce no es totalmente efectiva.
Otra característica del parasitismo es que si bien el parásito debe adaptarse a la respuesta inmunitaria y, en general, a la vida parasitaria, el hospedador también debe hacerlo. Esto es debido a que la población parásita ejerce una presión selectiva en éste, de modo que
huésped y
hospedador coevolucionan paralelamente a consecuencia del parasitismo. Esto explica, por ejemplo, que el gen de la
anemia falciforme sea muy frecuente en zonas endémicas de
malaria.
Casi todos los grupos importantes de animales poseen algunas especies parásitas. Algunos bastante inesperados. Por ejemplo además de los grupos más conocidos de parásitos (
monogéneos,
digéneos,
cestodos,
nematodos,
hirudíneos,
copépodos) entre los parásitos pueden incluirse algunas especies de
percebes,
almejas,
turbelarios,
hidrozoos, aves como el
cuclillo... e incluso algunos
tiburones.