viernes, 4 de junio de 2010
viernes, 28 de mayo de 2010
martes, 13 de abril de 2010
ESQUISTOSOMIASIS: UNA PARASITOSIS URINARIA CADA VEZ MAS FRECUENTE
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Las parasitosis urinarias, muy infrecuentes hasta la fecha en nuestro medio, están siendo diagnosticadas cada vez con mayor frecuencia debido a los fenómenos migratorios.
Presentamos un nuevo caso de esquistosomiasis urinaria y realizamos una revisión de la literatura en relación a su diagnóstico y tratamiento. Paciente subsahariano de 28 años que consulta por hematuria y síndrome miccional de 1 año de evolución.
La cistoscopia muestra características granulaciones blanquecinas pequeñas en la mucosa vesical y el estudio anatomopatológico de la biopsia fría de la mucosa vesical confirma la existencia de huevos y parásitos adultos.
A pesar de la infrecuencia de la esquistosomiasis en nuestro medio y en relación al aumento de los fenómenos migatrorios poblacionales, debemos incluir esta afectación urinaria en el diagnostico diferencial de la hematuria monosintomática.
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2393806
ASCARIS LUMBRICOIDES COMO CAUSA DE BOMITO INCOERCIBLES EN GESTANTE DE 13 SEMANAS
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Ascaris lumbricoides es el mayor nematodo intestinal, parásito de la especie humana, y llega a alcanzar 40 cm. Ascaris lumbricoides se encuentra ampliamente distribuido por las regiones tropicales y subtropicales, y se calcula que en el mundo están infectadas hasta 1.000 millones de personas. Casi todas las personas infectadas presentan cantidades pequeñas de gusanos y están asintomáticas. La enfermedad clínica surge por hipersensibilidad pulmonar y complicaciones intestinales. La presencia de parasitosis debe considerarse en el diagnóstico diferencial de cuadros de vómitos y otros síntomas digestivos, especialmente en gestantes procedentes de áreas endémicas. Así, nosotros presentamos un caso clínico de una gestante de 13 semanas, natural de Ecuador y residente en España desde hacía 3 meses, que presentó un cuadro de vómitos incoercibles que resultó deberse a una infección por Ascaris lumbricoides. Se instauró tratamiento para erradicar esta infección.
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1291824
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1291824
OTRAS PARASITOSIS RELEVANTES
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Enfermedades protozoarias. La infección por Trichomonas y Giardia se relaciona con la higiene personal, y su diagnóstico se basa en el estudio en fresco de exudado vaginal y heces respectivamente; se debe tratar a portadores asintomáticos con el fin de evitar contagios. La incidencia de leishmaniasis, criptosporidiosis, isosporiasis y microsporidiosis ha aumentado al aparecer como enfermedades oportunistas en pacientes con sida, presentando características clínicas, diagnósticas y terapéuticas especiales en este grupo de pacientes, con una incidencia muy escasa en inmunocompetentes.
Enfermedades por helmintos. Transmitidas principalmente por la ingesta de carne y verduras sin preparación adecuada, precisan agentes intermediarios, generalmente animales domésticos y ganado por lo que predominan en el medio rural. A pesar de la vigilancia veterinaria, Taenia saginata y el quiste hidatídico se atienden con frecuencia en la práctica clínica diaria, siendo endémica la hidatidosis en el centro peninsular. Su principal sintomatología es digestiva. La cisticercosis tiene relevancia en nuestros días debido al fenómeno de la inmigración.
Enfermedades por nematodos. La oxiurosis continúa siendo muy prevalente en niños y tiene alta contagiosidad en la familia, que debe recibir tratamiento al completo. Ascaris lumbricoides presenta una primera fase pulmonar (síndrome de Loeffer) de difícil diagnóstico y posteriormente afectación intestinal, con potenciales complicaciones graves. La anisakiasis se ha convertido en una patología prevalente por el consumo de pescado crudo y suele presentarse como cuadro de abdomen agudo, de tal forma que frecuentemente conlleva cirugía. Tricinella spiralis ha dado paso a T. britovi como principal agente de triquinosis debido al consumo de jabalí y las matanzas clandestinas que escapan al control veterinario.
Enfermedades por ectoparásitos. En el tratamiento de la sarna, piojos y ladillas, permetrina es actualmente el agente de elección.
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2049474
Enfermedades por helmintos. Transmitidas principalmente por la ingesta de carne y verduras sin preparación adecuada, precisan agentes intermediarios, generalmente animales domésticos y ganado por lo que predominan en el medio rural. A pesar de la vigilancia veterinaria, Taenia saginata y el quiste hidatídico se atienden con frecuencia en la práctica clínica diaria, siendo endémica la hidatidosis en el centro peninsular. Su principal sintomatología es digestiva. La cisticercosis tiene relevancia en nuestros días debido al fenómeno de la inmigración.
Enfermedades por nematodos. La oxiurosis continúa siendo muy prevalente en niños y tiene alta contagiosidad en la familia, que debe recibir tratamiento al completo. Ascaris lumbricoides presenta una primera fase pulmonar (síndrome de Loeffer) de difícil diagnóstico y posteriormente afectación intestinal, con potenciales complicaciones graves. La anisakiasis se ha convertido en una patología prevalente por el consumo de pescado crudo y suele presentarse como cuadro de abdomen agudo, de tal forma que frecuentemente conlleva cirugía. Tricinella spiralis ha dado paso a T. britovi como principal agente de triquinosis debido al consumo de jabalí y las matanzas clandestinas que escapan al control veterinario.
Enfermedades por ectoparásitos. En el tratamiento de la sarna, piojos y ladillas, permetrina es actualmente el agente de elección.
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2049474
ACTUALIZACION EN EL TRATAMIENTO DE NEUROCISTICERCOSIS
Introducción. La neurocisticercosis (NCC) es la parasitosis más frecuente del sistema nervioso central, aunque en nuestro país es una enfermedad poco frecuente. La creciente incidencia en nuestro medio se debe al aumento de la inmigración procedente de países en los cuales esta enfermedad es endémica. Objetivos. Actualización de la actitud a tomar ante la sospecha de esta patología. Pacientes y métodos. Se estudian ocho pacientes diagnosticados de NCC: edad, sexo, nacionalidad, sintomatología, pruebas de imagen con TAC y RM (forma clínica, tipo de quiste, localización, estadio evolutivo), pruebas diagnósticas realizadas, tratamiento administrado y duración del mismo en caso de ser médico, y evolución clínica y neurorradiológica. Resultados. Todos los pacientes eran de origen sudamericano, con edades comprendidas entre 25 y 33 años. El síntoma de presentación más frecuente fue la crisis comicial. En dos pacientes existía una lesión única, mientras que en seis era múltiple, y los ocho pacientes presentaban la forma parenquimatosa. Las pruebas serológicas de ELISA sólo fueron positivas en el 50% de los casos. El tratamiento fue quirúrgico, inicialmente, en un sólo caso, mientras que en los siete restantes se inició tratamiento médico con albendazol; en uno de ellos fue inefectivo, por lo que también requirió cirugía. Durante un período medio de seguimiento de 10 meses se ha observado una evolución favorable del 100% de los pacientes, que se encuentran, todos ellos, asintomáticos en la actualidad. Discusión y conclusiones. La NCC es una infección prevalente entre la población inmigrante en nuestro país. El tratamiento con fármacos antiparasitarios suele ser efectivo, y se reserva la alternativa quirúrgica para casos seleccionados. Consideramos que la duración del tratamiento médico debe individualizarse para cada paciente, en función de la evolución clínica y radiologica.
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=622425
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RECOGIDA Y ENVIO DE MUESTRA PARA ESTUDIOS PARASITOLOGICOS, BIOPATOLOGICOS, TOXICOLOGICOS E INMUNOLOGICOS
El estudio de las parasitosis del ganado ovino se puede abordar mediante la recogida y análisis de diferentes tipos de muestras. La muestra de heces es idónea para la investigación de huevos de nematodos gastrointestinales y trematodos hepáticos, larvas pulmonares, así como protozoos (coccidios, criptosporidios). La necropsia helmintológica del tracto digestivo, del hígado y/o del pulmón, proporciona una información más precisa de la intensidad de la carga parasitaria y del valor patógeno de la misma. La presencia de hemoparásitos se estudia al microscopio en extensiones finas de sangre (con anticoagulante) teñidas con Giemsa. La identificación de ectoparásitos se efectúa mediante recogida de los mismos, o bien, como en el caso de la sarna, mediante el examen de pelos, costras y raspados cutáneos. Existe la posibilidad de recoger otro tipo de muestras, siempre en función de los hallazgos observados en la necropsia, o en la inspección realizada a los animales en vivo.La mayor parte de las determinaciones bioquímicas se realizan a partir de muestras de suero sanguíneo, si bien en el caso de algunas enzimas se precisa de sangre completa con heparina. El uso del EDTA como anticoagulante reduce el abanico de análisis casi exclusivamente a los exámenes hematológicos, parasitológicos y de PCR. Los estudios de inmunidad humoral se realizan habitualmente a partir de muestras de suero. La recogida de un número representativo de muestras, con un volumen suficiente para el conjunto de determinaciones solicitadas, su correcta conservación y envío, son condiciones indispensables para obtener unos resultados de calidad, que permitan orientar el diagnóstico y control de la enfermedad.
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=622013
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viernes, 9 de abril de 2010
PARASITOLOGIA
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La ciencia que estudia los parásitos es la parasitología, así como la interacción biológica entre dos especies, parásito y hospedador, se denomina parasitismo. Dado que la mayoría de los microorganismos que producen infecciones son estudiados por la microbiología, la parasitología se encarga de estudiar exclusivamente a los parásitos eucariotas excepto los hongos. Es decir, tanto los eucariotas unicelulares del parafilético grupo Protista, como los pluricelulares (metazoos) que incluyen a platelmintos, nematodos, artrópodos, etc.
En ocasiones, es difícil diferenciar el fenómeno del parasitismo del comensalismo, la simbiosis, la foresis, o la depredación, ya que las distinciones entre estos varían de un autor a otro.
Una de las características comunes del parasitismo es que conlleva un intercambio de sustancias, que provocan en el hospedador una respuesta inmunológica. De esta manera, el parásito debe vencer la acción del sistema inmune del hospedador para tener éxito. Así, las interacciones antígeno-anticuerpo son más complicadas cuanto mayor sea la complejidad de los antígenos. Las células eucariotas poseen una gran cantidad de antígenos si las comparamos con las de bacterias o las de los virus.
Un recurso de inmunoevasión para el parásito es el de formar antígenos que se parezcan a los del huésped (mimetismo). Otro, es el de adherir antígenos del hospedador a la superficie externa del cuerpo del parásito (enmascaramiento antigénico); Otro, es el recurso de ir variando constantemente y rápidamente sus proteínas de superficie (antígenos) de forma que los anticuerpos producidos por el huésped no lo puedan reconocer; el resultado es que el hospedador invadido no reconoce al parásito como invasor o la respuesta que éste produce no es totalmente efectiva.
Otra característica del parasitismo es que si bien el parásito debe adaptarse a la respuesta inmunitaria y, en general, a la vida parasitaria, el hospedador también debe hacerlo. Esto es debido a que la población parásita ejerce una presión selectiva en éste, de modo que huésped y hospedador coevolucionan paralelamente a consecuencia del parasitismo. Esto explica, por ejemplo, que el gen de la anemia falciforme sea muy frecuente en zonas endémicas de malaria.
Casi todos los grupos importantes de animales poseen algunas especies parásitas. Algunos bastante inesperados. Por ejemplo además de los grupos más conocidos de parásitos (monogéneos, digéneos, cestodos, nematodos, hirudíneos, copépodos) entre los parásitos pueden incluirse algunas especies de percebes, almejas, turbelarios, hidrozoos, aves como el cuclillo... e incluso algunos tiburones.
En ocasiones, es difícil diferenciar el fenómeno del parasitismo del comensalismo, la simbiosis, la foresis, o la depredación, ya que las distinciones entre estos varían de un autor a otro.
Una de las características comunes del parasitismo es que conlleva un intercambio de sustancias, que provocan en el hospedador una respuesta inmunológica. De esta manera, el parásito debe vencer la acción del sistema inmune del hospedador para tener éxito. Así, las interacciones antígeno-anticuerpo son más complicadas cuanto mayor sea la complejidad de los antígenos. Las células eucariotas poseen una gran cantidad de antígenos si las comparamos con las de bacterias o las de los virus.
Un recurso de inmunoevasión para el parásito es el de formar antígenos que se parezcan a los del huésped (mimetismo). Otro, es el de adherir antígenos del hospedador a la superficie externa del cuerpo del parásito (enmascaramiento antigénico); Otro, es el recurso de ir variando constantemente y rápidamente sus proteínas de superficie (antígenos) de forma que los anticuerpos producidos por el huésped no lo puedan reconocer; el resultado es que el hospedador invadido no reconoce al parásito como invasor o la respuesta que éste produce no es totalmente efectiva.
Otra característica del parasitismo es que si bien el parásito debe adaptarse a la respuesta inmunitaria y, en general, a la vida parasitaria, el hospedador también debe hacerlo. Esto es debido a que la población parásita ejerce una presión selectiva en éste, de modo que huésped y hospedador coevolucionan paralelamente a consecuencia del parasitismo. Esto explica, por ejemplo, que el gen de la anemia falciforme sea muy frecuente en zonas endémicas de malaria.
Casi todos los grupos importantes de animales poseen algunas especies parásitas. Algunos bastante inesperados. Por ejemplo además de los grupos más conocidos de parásitos (monogéneos, digéneos, cestodos, nematodos, hirudíneos, copépodos) entre los parásitos pueden incluirse algunas especies de percebes, almejas, turbelarios, hidrozoos, aves como el cuclillo... e incluso algunos tiburones.
TIPOS DE PARASITOS
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Existen formas parásitas en muchos grupos biológicos. Entre ellos están:
los virus, que son parásitos obligados,
las bacterias,
los hongos,
las plantas,
los protistas (como los apicomplejos o algunas algas rojas), y
muchos animales
Atendiendo al lugar ocupado en el cuerpo del hospedador, los parásitos pueden clasificarse en
ectoparásitos: Viven en contacto con el exterior de su hospedador (por ejemplo la pulga)
endoparásitos: Viven en el interior del cuerpo de su hospedador (por ejemplo una tenia o una triquina)
mesoparásitos: Poseen una parte de su cuerpo mirando hacia el exterior y otra anclada profundamente en los tejidos de su hospedador. En algunos casos extremos de mesoparásitos de peces (copepodos pennellidae), pueden tener la cabeza introducida en el corazón de su hospedador y extenderse por las arterias hasta las branquias, o perforar la cavidad visceral.
los virus, que son parásitos obligados,
las bacterias,
los hongos,
las plantas,
los protistas (como los apicomplejos o algunas algas rojas), y
muchos animales
Atendiendo al lugar ocupado en el cuerpo del hospedador, los parásitos pueden clasificarse en
ectoparásitos: Viven en contacto con el exterior de su hospedador (por ejemplo la pulga)
endoparásitos: Viven en el interior del cuerpo de su hospedador (por ejemplo una tenia o una triquina)
mesoparásitos: Poseen una parte de su cuerpo mirando hacia el exterior y otra anclada profundamente en los tejidos de su hospedador. En algunos casos extremos de mesoparásitos de peces (copepodos pennellidae), pueden tener la cabeza introducida en el corazón de su hospedador y extenderse por las arterias hasta las branquias, o perforar la cavidad visceral.
CLASIFICACION
Existen microparásitos son pequeños y extremadamente numerosos, se multiplican dentro del huésped y por lo general lo hacen dentro de las células del huésped, por lo tanto se relacionan con el metabolismo y provocan reacciones por parte de los anticuerpos.
Los macroparásitos crecen, pero no se multiplican dentro del huésped. Producen fases infecciosas que salen fuera del huésped, para afectar a otros. Viven dentro del cuerpo o en las cavidades del afectado por los parásitos y por lo general, se puede estimar el número de macroparásitos existente en el organismo afectado.
El parasitismo implica una relación trofica con su huésped (obtención de nutrientes) pero también puede implicar otras relaciones como lo es la de protección por parte de este último
Los macroparásitos crecen, pero no se multiplican dentro del huésped. Producen fases infecciosas que salen fuera del huésped, para afectar a otros. Viven dentro del cuerpo o en las cavidades del afectado por los parásitos y por lo general, se puede estimar el número de macroparásitos existente en el organismo afectado.
El parasitismo implica una relación trofica con su huésped (obtención de nutrientes) pero también puede implicar otras relaciones como lo es la de protección por parte de este último
DEFINICION
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En una definición precisa, podemos resumir, que es una relación simbiótica anisoespecífica (entre distintas especies) en la que el parásito es dependiente metabólicamente de su hospedador y no es beneficiosa para éste. No obstante, desde un punto de vista ecológico, la definición del término puede ampliarse considerablemente.
Aunque parasitismo suele implicar una relación trófica, el parásito también puede obtener otros beneficios del huésped, como protección frente a depredadores o competidores. Además, pueden beneficiarse de cuidados parentales. Los parásitos reproductores, como algunos peces gato africanos de la familia synodontidae, hacen que otros peces cíclidos, que habitualmente incuban sus huevos en la boca, protejan también a los pequeños peces gato junto a sus propias crías. Estos peces, aunque no alimentan a las crías de los sinodontidos, las protegen y defienden frente a otros peces.
Asimismo, puede decirse que un hospedador no siempre nutre al ejemplar que lo parásita, también puede nutrir a sus huevos o crías. De esta manera, la relación más importante puede no ser trófica, aunque estos casos son bastantes aislados.
Por último, es importante decir que los parásitos suelen causar siempre algún perjuicio a su hospedador en mayor o menor grado, si bien a veces es imposible discernir el parasitismo del comensalismo y no faltan ejemplos de parásitismos que a pesar de ser claros agentes patógenos puede producir tener algún efecto positivo sobre el hospedador. Se cree que en esta relación puede evolucionar, a lo largo de muchas generaciones de parásitos y hospedadores, hacia una simbiosis mutuamente beneficiosa (mutualismo).
Aunque parasitismo suele implicar una relación trófica, el parásito también puede obtener otros beneficios del huésped, como protección frente a depredadores o competidores. Además, pueden beneficiarse de cuidados parentales. Los parásitos reproductores, como algunos peces gato africanos de la familia synodontidae, hacen que otros peces cíclidos, que habitualmente incuban sus huevos en la boca, protejan también a los pequeños peces gato junto a sus propias crías. Estos peces, aunque no alimentan a las crías de los sinodontidos, las protegen y defienden frente a otros peces.
Asimismo, puede decirse que un hospedador no siempre nutre al ejemplar que lo parásita, también puede nutrir a sus huevos o crías. De esta manera, la relación más importante puede no ser trófica, aunque estos casos son bastantes aislados.
Por último, es importante decir que los parásitos suelen causar siempre algún perjuicio a su hospedador en mayor o menor grado, si bien a veces es imposible discernir el parasitismo del comensalismo y no faltan ejemplos de parásitismos que a pesar de ser claros agentes patógenos puede producir tener algún efecto positivo sobre el hospedador. Se cree que en esta relación puede evolucionar, a lo largo de muchas generaciones de parásitos y hospedadores, hacia una simbiosis mutuamente beneficiosa (mutualismo).
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